Las crisis son parte de nuestras vidas. Crisis existenciales, vocacionales, de pareja. No obstante, no somos realmente especialistas en el manejo de éstas.Tendemos en cambio a tratar de evitarlas o negarlas, para no enfrentarlas. Sin embargo, en medio de una crisis sanitaria como la que estamos atravesando, no resulta posible negar lo que está sucediendo. Y estamos por lo tanto medio obligados a enfrentar, además de la crisis sanitaria, una personal y profesional bastante profunda.
No es fácil tomar decisiones de manera planificada cuando atravesamos una crisis. Tendemos a tratar de sobrevivir a ellas, las navegamos y lidiamos con ellas lo mejor que podemos. Cuando estamos en modo supervivencia funcionamos de manera práctica y ejecutiva. Difícilmente logramos implementar medidas estratégicas, tomar decisiones determinantes o mantener una visión de largo plazo. Los profesionales de salud mental sugieren no tomar decisiones de gran impacto en medio de una crisis, pues nuestra capacidad para razonar se puede ver limitada o interferida. Además, en una crisis como la actual, nos falta información sobre el futuro como para tomar decisiones correctas y efectivas en el largo plazo.
¿Qué sucede entonces cuando el contexto social, económico y laboral nos obliga a tomar decisiones de carrera? ¿Cuando de repente nos vemos sin trabajo o frente a la necesidad de reinventarnos como profesionales?
En primer lugar, parece fundamental iniciar este proceso de cambio haciendo un duelo de lo perdido. Vivir ese duelo como un espacio en el que nos permitamos pasar por emociones que solemos evitar, elaborando la pérdida de trabajo o pérdida del proyecto profesional actual, para sólo luego de eso poder aceptar el cambio y reconstruirnos, generando un plan de acción.
Por otro lado, la sugerencia es pedir ayuda, a tiempo y a quien corresponda, ya que necesitaremos contención y orientación en el camino a seguir. Y porque además será necesario generar una red de apoyo importante. Se vuelve fundamental fortalecer esas redes y retomar contactos pasados para, al momento de salir al mercado, poder acceder a más y mejores oportunidades y así ofrecer nuestros conocimientos a las empresas.
Aprovechemos el tiempo y acceso que tenemos a nuestros contactos durante este período, pensando que lo que nos piden las autoridades no es realmente un distanciamiento social sino un distanciamiento físico. Estamos más disponibles que nunca el uno para el otro y considerablemente más abiertos a entregar apoyo cuando un amigo o conocido lo necesite, y en la medida en que estemos en condiciones de apoyarlo de manera concreta.
Finalmente, sugerimos generar espacios en que podamos conectarnos con nuestro proceso de duelo y cambio, para conocernos, para identificar nuestros talentos, las motivaciones y circunstancias que han guiado mis decisiones, identificar el sentido de estar en el lugar en que me encuentro en este momento. Todas éstas son reflexiones bastante profundas, por lo tanto, pueden ser mejor encauzadas por un experto, ya sea por un mentor, un ex jefe, un terapeuta, un coach, u otro. Nosotros por nuestra parte, entendemos la importancia de estar presentes para nuestros profesionales, siendo ellos quienes han permitido y nutrido nuestro trabajo durante años. Los dejamos por lo tanto a todos invitados a contactarnos y contar con nuestro apoyo. Estamos disponibles a través de diversos programas y también, por qué no, por medio de una conversación o café virtual. En Krebs Consulting tenemos las puertas abiertas para ti.